«Las escuelas como comunidades profesionales de aprendizaje son una línea potente de innovación» . A este respecto se considera que, efectivamente, la escuela puede convertirse dentro del sistema educativo guatemalteco en una comunidad profesional de aprendizaje, ya que en ella se conglomera una diversidad de aprendizajes adquiridos empírica o científicamente por parte de cada uno de los miembros de la comunidad educativa, especialmente de los y las docentes, así como Directores que durante su experiencia docente y administrativa han ido acumulando conocimientos en cuanto a la aplicación de estrategias, métodos y técnicas que permitan propiciar un aprendizaje significativo en las y los estudiantes.