El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) y el Trastorno del Espectro Autista (TEA) son condiciones neurológicas que a veces pueden parecer similares, pero tienen características distintivas. Es importante comprender estas diferencias para un diagnóstico preciso y un manejo adecuado. Aquí te presentamos 10 señales que pueden ayudarte a distinguir entre el TDAH y el Autismo:

  1. Atención vs. Intereses Limitados: El TDAH se caracteriza por la dificultad en mantener la atención en tareas específicas, mientras que el Autismo se manifiesta a menudo a través de intereses limitados y obsesivos en temas particulares.
  2. Hiperactividad vs. Comportamientos Repetitivos: El TDAH incluye la hiperactividad, como la incapacidad para quedarse quieto, mientras que el Autismo se asocia más con comportamientos repetitivos, como el balanceo o el aleteo de manos.
  3. Interacción Social: Los niños con Autismo a menudo tienen dificultades significativas en la interacción social y la comunicación, mientras que los niños con TDAH pueden socializar más fácilmente pero pueden ser impulsivos.
  4. Lenguaje: El TDAH generalmente no afecta el desarrollo del lenguaje, mientras que en el Autismo, la comunicación puede ser limitada o inusual.
  5. Ecolalia: La repetición de palabras o frases (ecolalia) es más común en niños con Autismo que en aquellos con TDAH.
  6. Empatía: Las personas con TDAH a menudo tienen la capacidad de mostrar empatía, aunque pueden tener dificultades para mantener la atención durante las conversaciones, mientras que en el Autismo, la empatía puede ser más limitada o expresada de manera atípica.
  7. Comprensión de Causa y Efecto: Los niños con TDAH pueden comprender la relación causa-efecto, aunque pueden tener dificultades para controlar sus impulsos. En contraste, los niños con Autismo pueden tener desafíos en la comprensión de estas relaciones.
  8. Sensibilidad Sensorial: La sensibilidad sensorial es común en el Autismo, mientras que no es un rasgo típico del TDAH.
  9. Iniciativa Social: Los niños con TDAH a menudo buscan interacciones sociales, pero pueden tener dificultades para mantenerlas. Los niños con Autismo pueden no buscar estas interacciones de manera tan activa.
  10. Dificultades en la Escuela: Si bien ambos trastornos pueden afectar el rendimiento escolar, las dificultades específicas pueden ser diferentes. El TDAH puede manifestarse en problemas de atención y organización, mientras que el Autismo puede afectar la comprensión social y la adaptación a cambios en la rutina.

Es importante recordar que estas señales son generales y que cada individuo es único. Un diagnóstico adecuado requiere la evaluación de profesionales de la salud, y el apoyo y la comprensión de la familia y la comunidad son fundamentales para aquellos que viven con estas condiciones.