“La pesadilla de todo museo se ha hecho realidad”, así comenzó su comunicado el museo Palazzo Maffei, ubicado en Verona, Italia, luego de que una de sus obras sufriera graves daños.

🪑 Se trata de “La silla de Van Gogh” del artista Nicola Bolla, una pieza cubierta por cientos de cristales Swarovski, que fue parcialmente destruida por la imprudencia de un turista.

Una pareja esperó a que los guardias abandonaran la sala para tomarse una fotografía simulando estar sentados en la obra. En el intento, uno de ellos terminó rompiéndola. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad.

El museo difundió el video en sus redes sociales y calificó el hecho como un “gesto irresponsable”. Afortunadamente, días después, informaron que la obra pudo ser restaurada.

“Compartimos este episodio no solo con fines informativos, sino para iniciar una verdadera campaña de concientización sobre el valor del arte y el respeto que merece. Agradecemos sinceramente a la policía, al equipo de seguridad y a los restauradores, cuyo valioso trabajo permitió recuperar la obra”, señaló la institución.

Y cerraron con un mensaje directo a sus visitantes: “Gracias a todos los que caminan cada día por los salones del museo con cuidado, atención y asombro. Porque el arte no solo está para ser visto, sino para ser protegido”.