Las reuniones entre padres y maestros suelen realizarse una o dos veces al año. Son reuniones breves, de entre 10 y 30 minutos. La mayoría de las escuelas fijan fechas y horas específicas para las reuniones, pero si el horario es incompatible con sus obligaciones, intente encontrar otro horario que sea accesible. Si no puede ir a la escuela, pregúntele al maestro si puede programar una conversación telefónica. De ser necesario, los padres divorciados pueden pedirle al maestro que programe reuniones por separado.