¿Eres de los que está absolutamente convencido de que el síndrome de asperger no es un trastorno ni una enfermedad, sino, una condición?

Pues entonces también serás de los que crees que tener un hijo con altas capacidades es una bendición ¿No?

¿Qué qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues nada, salvo que las dos son mentira.