Comprendamos que el estudio prospectivo y el análisis del quehacer en la práctica educativa es necesaria, pero para ello se requiere tener una reestructuración teórica y práctica de las situaciones de aprendizaje, de la coexistencia social académica y de los procesos de integración epistémica necesarios para la incorporación de nuevos conocimientos y una transición hacía los niveles escolares superiores, así como crear conciencia sobre las necesidades del mercado laboral y a las expectativas de la globalización económica a los que se enfrentan los estudiantes en general.