“La mayoría de los docentes cambiaron su forma de enseñar, salvo en Matemáticas”.

El rol del docente es fundamental en el proceso educativo, ya que es el responsable de guiar, motivar y facilitar el aprendizaje de los estudiantes. Aunque el rol del docente puede variar según el enfoque pedagógico y el contexto educativo, en general, se pueden identificar algunas funciones y responsabilidades clave:

Facilitador del aprendizaje: El docente tiene la tarea de crear un ambiente propicio para el aprendizaje, donde los estudiantes se sientan seguros, motivados y comprometidos. Debe diseñar y planificar actividades y experiencias de aprendizaje que promuevan la participación activa de los estudiantes y el desarrollo de sus habilidades y conocimientos.

Transmisor de conocimientos: El docente es responsable de transmitir los contenidos y conocimientos relevantes de la materia que enseña, utilizando estrategias pedagógicas adecuadas y recursos didácticos efectivos. Además, debe estar actualizado en su campo y ser capaz de presentar la información de manera clara y comprensible para los estudiantes.

Orientador y tutor: El docente desempeña un papel de orientador y tutor, brindando apoyo y asesoramiento académico, personal y profesional a los estudiantes. Puede ayudar a los estudiantes a establecer metas, identificar sus fortalezas y áreas de mejora, y ofrecerles retroalimentación constructiva para su desarrollo integral.

Evaluador del aprendizaje: El docente evalúa el progreso y el nivel de logro de los estudiantes, utilizando diferentes estrategias y técnicas de evaluación. Además, debe proporcionar retroalimentación oportuna y constructiva que ayude a los estudiantes a reflexionar sobre su aprendizaje y a mejorar continuamente.

Promotor de habilidades transversales: El docente no solo se enfoca en la transmisión de conocimientos, sino también en el desarrollo de habilidades y competencias transversales que son relevantes para la vida y el futuro de los estudiantes. Estas habilidades pueden incluir el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la creatividad y la adaptabilidad.

Promotor de valores y ciudadanía: El docente tiene la responsabilidad de promover valores éticos, ciudadanos y sociales en los estudiantes, fomentando el respeto, la tolerancia, la justicia y la responsabilidad. Además, puede impulsar la conciencia ambiental, la participación cívica y el compromiso con el bienestar de la comunidad.

Aprendizaje continuo y desarrollo profesional: El docente debe ser un aprendiz de por vida, comprometido con su propio desarrollo profesional y con la mejora continua de su práctica docente. Esto implica mantenerse actualizado en los avances pedagógicos, participar en actividades de formación y colaborar con otros profesionales de la educación.

El rol del docente implica ser un facilitador del aprendizaje, un transmisor de conocimientos, un orientador, un evaluador, un promotor de habilidades y valores, y un aprendiz continuo. A través de su compromiso y dedicación, el docente desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral de los estudiantes y en la formación de ciudadanos responsables y competentes.