Tener un objetivo claro, la humildad y la disciplina… los principios que lo llevaron a convertirse en el máximo goleador del seleccionado argentino de fútbol, y a enfrentarse al éxito, ese concepto tan lejano que deshumaniza. Conocido como “El Bati” o “Batigol”, jugó en los dos equipos más grandes del fútbol argentino y llegó a ser el máximo goleador del seleccionado. Sin embargo, para él el fútbol nunca fue divertido. En su sencillez cuenta que tuvo suerte, ganó algunos trofeos, y todavía lo recuerdan en Florencia, Roma o Milán. “Es el mejor premio, significa que la gente me entendió y vio mis esfuerzos”.