Los conflictos implican situaciones en las que dos o más personas tienen un desacuerdo o se encuentran en oposición porque sus intereses o intenciones resultan incompatibles. En el aula, pueden darse conflictos entre el profesor y los alumnos o entre los propios alumnos, y tanto unos como otros pueden generar un clima que dificulte el desarrollo de las clases y tu labor como docente. Sin embargo, si se afrontan de manera adecuada, pueden contribuir a mejorar la relación entre las personas enfrentadas y en el grupo donde se integran, abriendo nuevos caminos y posibilidades de avanzar.