Todos tenemos a una persona en nuestras vidas (o varias) que simplemente no puede controlar sus enojos y explota. Ya sabes, como cuando tu pareja se enoja contigo, o cuando alguien de tu familia no le parece algo que hiciste. Explota con groserías, con gritos, agresiones, o simplemente se pone verde del coraje…

Esto tiene una solución muy sencilla, pero que se hace complicada por nuestras propias reacciones emocionales.