Vamos a enseñar la diferencia entre un buen profesor y un mal profesor. Les mostraremos las claves en la que deben de fijarse para que nuestra enseñanza sea una gran experiencia y que les inspiren a la hora de estudiar.

El buen profesor tiene vocación de maestro: ayuda a sus estudiantes a crecer personal y profesionalmente. Es una persona mental y profesionalmente madura: es cálida, honesta, abierta; respeta a sus estudiantes, se interesa por ellos y disfruta de la interrelación profesor-estudiante. Sirve de modelo a sus estudiantes en cuanto a su comportamiento como profesor, como profesional y como ciudadano.