El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) es una metodología educativa que se centra en la resolución de problemas como motor principal del aprendizaje. En lugar de transmitir conocimientos de manera pasiva, el ABP involucra a los estudiantes en situaciones reales o simuladas en las que deben enfrentarse a problemas complejos y encontrar soluciones.

En el ABP, los estudiantes trabajan en equipos colaborativos para analizar y comprender el problema, identificar qué conocimientos necesitan adquirir y luego buscar activamente la información y las habilidades necesarias para resolverlo. Esta metodología promueve el pensamiento crítico, la toma de decisiones, la investigación, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo.

El ABP se basa en el principio de que los estudiantes aprenden mejor cuando están activamente involucrados en la resolución de problemas prácticos y significativos. Al enfrentar desafíos reales, los estudiantes pueden aplicar y transferir sus conocimientos de manera más efectiva, desarrollando habilidades que son relevantes para la vida y el trabajo.

Esta metodología se aplica en diversas áreas de conocimiento y niveles educativos. A través del ABP, los estudiantes adquieren no solo conocimientos conceptuales, sino también habilidades de investigación, análisis y resolución de problemas, así como competencias transversales como la creatividad, la colaboración y la autonomía.