PROFESORA MUERE TRAS CAMINAR POR HORAS PARA LLEGAR A SU COLEGIO
La falta de centros de salud y apoyo a la educación ha cobrado una nueva víctima. Mónica Janeth Vergara Amaya, una maestra entregada a su vocación, perdió la vida de la manera más injusta: agotada tras caminar por horas para llegar al colegio donde enseñaba, en el caserío de Melgas, provincia de Gran Chimú, región La Libertad.
Sus colegas la encontraron aún con vida, tendida en una trocha carrozable, pero sin un centro de salud cercano ni médicos que pudieran auxiliarla, su destino quedó sellado. La profesora fue trasladada al colegio con la esperanza de salvarla, pero su cuerpo no resistió más. Murió ahí, en el mismo lugar donde con esfuerzo formaba a sus estudiantes.
El docente Danny Zelada, con profunda tristeza, denunció la falta de condiciones para los maestros que deben recorrer hasta cinco horas a pie para llegar a sus centros de trabajo. Mientras las autoridades miran a otro lado, los educadores siguen exponiendo sus vidas en caminos desolados, sin transporte, sin médicos y sin un sistema que los proteja. Sus compañeros exigen un helicóptero para trasladar el cuerpo de la maestra a su familia, pero más allá de eso, claman por algo urgente: que la muerte de Mónica no sea en vano, que el Estado brinde soluciones reales para que ningún otro maestro tenga que pagar con su vida la indiferencia de las autoridades.